Una dieta cetogénica sin L-carnitina no tiene sentido
Los expertos revelan que, estando a dieta cetogénica podemos empezar a carecer de L-carnitina, que es esencial para la quema de grasas. ¿Por qué ocurre y qué puedes hacer?
El aminoácido L-carnitina es primordial para quemar grasa. La tarea de la L-carnitina es transportar la grasa hasta la célula responsable de su oxidación (combustión): las mitocondrias. Recién allí se puede utilizar la grasa para generar energía.
En circunstancias normales, con una dieta diversa y equilibrada, difícilmente carecemos de la L-carnitina. Sin embargo, en el caso de una dieta cetogénica, la necesidad de L-carnitina aumenta tanto que la demanda a menudo no cumple con la oferta.
A falta de L-carnitina, nos podemos olvidar de la quema de grasa
El objetivo de la dieta cetogénica es reducir la ingesta de carbohidratos y aumentar la ingesta de proteínas y grasas. De esta forma obligamos al cuerpo que consuma la grasa como la primera fuente de energía. Consecuentemente, empezamos a perder el exceso de peso, almacenado en forma del tejido graso. Pero en ausencia de L-carnitina, la quema de grasa se para.
Por eso también notarás que tu dieta cetogénica después de cierto tiempo ya no da los resultados deseados.
¿Por qué empezamos a carecer de L-carnitina?
La L-carnitina es un aminoácido semi-esencial. Esto significa que cierta cantidad podemos producirlo nosotros mismos. Si se dan las condiciones óptimas, el 25% del requerimiento diario se produce en el hígado y los riñones, mientras que el resto debe ingerirse con los alimentos.
Esto significa que se deben cumplir 2 condiciones para que el cuerpo reciba una cantidad suficiente de L-carnitina:
1) Con la comida tenemos que ingerir los suficientes nutrientes esenciales
Para que pueda formarse en el cuerpo, hay que ingerir suficientes aminoácidos de metionina y lisina y 3 vitaminas que son cofactores en su síntesis: vitaminas B3, B6 y C.
Si eliminamos los carbohidratos del menú, corremos el riesgo de no consumir la cantidad suficiente de estas vitaminas.
Para que nuestro cuerpo produzca L-carnitina, necesitamos el hierro, que generalmente consumimos con una dieta variada.
2) Buen funcionamiento del hígado
La fuente principal de L-carnitina son los productos de origen animal, especialmente la carne. Para una buena absorción es importante que los intestinos funcionen de manera óptima . Para su propia síntesis, el hígado y los riñones tienen que funcionar bien.
Todo esto parece evidente, sin embargo, no es así. Según los datos oficiales, en el primer mundo hasta el 25% de las personas tiene el hígado graso, según algunos datos este número hasta es más alto: 35%. Esto significa que el hígado no funciona de manera óptima. Y esto puede significar que el cuerpo no produce la suficiente L-carnitina.
Aprovecha el potencial de L-carnitina para quemar grasas y aumentar la masa muscular
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