5 signos de que podrías necesitar una desintoxicación hepática
Nuestro cuerpo es una máquina increíble: hay partes que vemos funcionar todo el tiempo y otras en las que reparamos con menos frecuencia. Pero hay un órgano que hace su trabajo incesantemente, aunque en silencio. Es nuestro mayor órgano interno: el hígado.
Solemos descuidar el hígado, pero realmente es un órgano extraordinario: ¿sabías que realiza más de 500 funciones vitales las 24 horas del día? ¡A continuación te explicamos por qué tu hígado debe estar en su mejor forma!
Por qué el hígado tiene que funcionar bien
El hígado desempeña un papel importante en tu salud y bienestar. Filtra las toxinas, produce bilis, metaboliza las proteínas y los hidratos de carbono, elimina los residuos y también regula los niveles hormonales. El hígado es extraordinariamente importante porque todo lo que ingerimos debe filtrarse para que las toxinas y los residuos puedan separarse y expulsarse del organismo antes de que puedan causar daños.
¡Un hígado sano es la clave de un cuerpo sano! Cuando se sobrecarga, no funciona lo bastante rápido y puede acumular toxinas, causando todo tipo de problemas de salud.
¿Necesitas un desintoxicación del hígado?
Todos nuestros sistemas orgánicos están interconectados, lo que significa que un hígado sobrecargado también afecta a otros órganos y puedes sentir los efectos en tu cuerpo y en tu mente. Aunque hay numerosos signos y síntomas que pueden indicar un hígado sobrecargado, ¡no siempre los relacionamos conscientemente con eso!
Si no estás seguro de si deberías reevaluar la salud de tu hígado, aquí tienes los 5 signos que podrían indicar la necesidad de una desintoxicación hepática, ¡aunque una desintoxicación nunca es mala idea!
1. Estás SIEMPRE cansado
En los procesos metabólicos, el hígado se encarga de convertir la fibra alimentaria y los hidratos de carbono en energía. Pero cuando está sobrecargado de toxinas y tiene que hacer más trabajo, se ve obligado a gastar energía en vez de suministrarla al resto del cuerpo. Los niveles de energía disminuyen inevitablemente y puede ocurrir que uno se sienta débil y cansado incluso sin hacer grandes esfuerzos.
2. Tu barriga cervecera está creciendo
Al ser una parte esencial de todos los procesos metabólicos y de la creación de energía a partir de los alimentos, no es sorprendente que el hígado desempeñe un papel importante en tu capacidad para perder peso. Cuando se reduce la eficacia hepática, tu cuerpo acumula grasa, generalmente alrededor del abdomen, en lugar de convertirla en energía. Los intentos de perder peso serán inútiles hasta que se restablezca la salud del hígado.
3. Tienes mala digestión mala
Hinchazón y dolor de estómago, digestión lenta.... ¡Muchas personas tienen dificultades para digerir los alimentos debido al mal funcionamiento del hígado! Cuando está sobrecargado, el hígado produce menos bilis, necesaria para descomponer las grasas durante la digestión. Si tu cuerpo no puede descomponer los alimentos adecuadamente, puedes tener problemas digestivos.
4. Te resfrías mucho
Sí, ¡el hígado también combate las infecciones y es un tejido inmunitario de primera línea! Al igual que el resto de toxinas nocivas, detecta los agentes patógenos y los filtra. Si no lo hace con rapidez, tu función inmunitaria se verá obstaculizada y tu cuerpo no podrá combatir el resfriado con la misma eficacia.
5. Tu piel pide ayuda
Cuando tu hígado no está en buena forma, no elimina los residuos correctamente y se produce una acumulación de toxinas de la que hay que ocuparse. Otra forma que tiene tu cuerpo de eliminar residuos es a través de la piel, lo que puede causar problemas cutáneos como erupciones, irritaciones y sarpullidos.
Cómo mantener tu hígado en forma
La salud del hígado es bastante sencilla: para no sobrecargarlo, es esencial reducir al mínimo las sustancias nocivas que introduces en tu organismo:
- Sigue una dieta sana: asegúrate de ingerir suficiente fibra, proteínas magras y grasas saludables.
- Evita los alimentos procesados.
- Elimina o reduce el consumo del alcohol.
- Limita las toxinas de diversas sustancias químicas, como los productos de limpieza.
Otro aspecto importante es intentar minimizar los factores de riesgo de un hígado sobrecargado: ¡mantén tu peso bajo control y mantente activo!
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